Algo simple y tranquilo. Papel, lapiceras y lápices de colores. Un dibujo geométrico que fue evolucionando a medida que lo iba haciendo porque no tenía un plan.
Fue
la gran “Hay que confiar en el proceso”.
El
resultado me agrada, aunque no me dejó un 100% conforme.
Con
amor, Niñita!
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