Luego de meses y meses, retomé este lienzo. Con energías renovadas
y mucha meditación, volví al trabajo de este proyecto que ya lleva como dos
años (increíble).
Como siempre, ataco de a pedazos, sectores. Es la mejor
forma.
No tengo mucho para relatar, solo lo hecho. Empecé con los
colores base que me ayudan a construir mejor. En esa parte, por alguna razón,
mi cámara no filmo la base amarilla del chilli. Pero si la de los “bigotillos”
que agregue hace poco. No hice las sombras todavía, quizás porque quiero
primero decidir algunas cosas. Pero si trabajé en el cuerpo brilloso que quiero
que tenga el Chilli en ese cielo. Es el protagonista, o mas bien, el desencadenante
de todo el delirio que sufre Homer. La idea que estoy manejando es la de que
sea como una estrella, un cuerpo brillante del firmamento. Los “bigotillos”
quiero que sean como estrellas, o algo asi. Por eso estoy dejando las sombras
para después. Tengo que pesar en como llevo adelante lo que quiero hacer.
Me estoy tomando este proyecto con toda la calma porque
quiero que sea bueno para mi. Quiero que quede mejor de lo que mi mente
imagina. Y para eso, debo ejercer la paciencia y el trabajo lento. Eso también
es una gran meta de este año. No apurarme en terminar algo por el simple hecho
de terminarlo. Si debo frenar para aprender algo, lo hago. Si debo tomarme el
tiempo para buscar nuevos medios o herramientas, lo hago. El resultado va a ser
mejor si no me obligo a terminar todo rápido.
Todavía queda mucho por hacer, pero lo voy a afrontar con
paso seguro y a su tiempo.
Con amor, Niñita.
